Entre un anunciante y una agencia hace falta amor

Entre un anunciante y una agencia hace falta amor

¿Cuáles son las claves para que funcione una relación entre una agencia de publicidad y un anunciante? ¿Y si fueran las mismas que para una relación de pareja? Si quieres mejorar la relación con tu agencia de publicidad y de paso, quién sabe, mejorar la relación con tu pareja, quizás este artículo te interese.

En la cueva de Altamira tuve una revelación

He pasado unos días en Santillana del Mar. Sus calles medievales, la iluminación navideña, el cocido montañés, el oleaje rompiendo junto a la ermita de Santa Justa, el Capricho de Gaudí en Comillas… Ha sido un viaje estupendo. Pero sobre todo me ha impresionado la visita a la cueva de Altamira. Pese a tratarse de una réplica – la famosa Neocueva – tengo la sensación que este viaje al Paleolítico me ha enseñado más sobre lo que somos hoy los seres humanos que cientos de horas en las redes sociales.

Esa conexión con nuestro pasado más remoto me volvió a recordar la importancia de lo simple, de lo esencial. A fin de cuentas el comportamiento de los seres humanos se basa en componentes de índole biológico, psicológico y social. Necesidades como la seguridad, la afiliación, el reconocimiento o la autorrealización quizás no hayan cambiado tanto a lo largo de las decenas de miles de años que nos separan de los hombres y mujeres de Altamira. Por eso si hoy quisiéramos analizar una relación aparentemente tan compleja como la relación entre un anunciante y su agencia de publicidad, a lo mejor no sería descabellado enfocarse en lo esencial y tomar como referencia una relación de pareja. Sigamos con el experimento.

relación anunciante-agencia

Pintura rupestre en la cueva de Altamira

5 requisitos para que funcione una relación de pareja

Si alguien me preguntara cuáles son para mí los ingredientes esenciales para que una relación de pareja funcione, diría que son cinco: Amor, Lealtad, Respeto, Confianza y Compromiso. Es sólo mi opinión personal y por supuesto, la visión de los expertos en la materia es mucho más fiable que la mía. Pero me he venido arriba y me voy a atrever a desarrollar mi teoría. Perdona mi atrevimiento.

1º- Amor

El ingrediente básico, sempiterno. Sin amor no hay relación que carbure. ¿Pero qué es realmente el amor? Podemos definirlo como un sentimiento intenso que busca el encuentro con otro ser a partir del reconocimiento mutuo de nuestra propia insuficiencia. Amar y ser amados nos permite modelar nuestra mejor versión.

2º. Lealtad

Es mucho más profunda que la fidelidad. Significa no dar nunca la espalda al otro, acompañar, sostener. Actuar con lealtad implica ser sinceros, honestos y agradecidos. La lealtad parte de la voluntad y nunca de la obligación. Es pensar antes en “nosotros” que en “mí”. De la lealtad se nutre la confianza. La vida sin lealtad genera inseguridad, temor y recelo.

3º. Respeto

Respetar significa predecir el impacto de nuestras acciones sobre el otro. Quiere decir aceptarle tal como es, sin ocupar su espacio, sin pretender modelarle a mi gusto. El respeto se demuestra escuchando con atención. Reconociendo en el otro a un ser independiente que me complementa y mejora.

4º. Confianza

Confiar en el otro quiere decir comportarme sin dudas ni temores. Es mirar al futuro siempre con esperanza y seguridad. La confianza es lo contrario del miedo. Nos permite avanzar en un camino común. Con paso firme y decidido, pero reconociendo y expresando mis debilidades.

5º. Compromiso

Cada relación es única. Por eso todas las relaciones deben tener su propio marco, su propio contrato social. Ese compromiso deberá ser claro, transparente y por supuesto consensuado. Y ambas partes deben trabajar cada día para cumplir lo pactado. Con total libertad.

El Capricho de Gaudí (Comillas, Cantabria)

¿Y qué pasa si comparamos una relación de pareja con una relación anunciante-agencia?

Volvamos al Paleolítico, es decir, volvamos a lo esencial. Si diriges una empresa con impacto social o eres responsable de Comunicación de una ONG puede que hayas tenido una mala experiencia con una agencia de publicidad. En ese caso, seguro que te gustaría saber cómo mejorar la relación con tu agencia. Vamos a basarnos en los cinco ingredientes que hemos visto anteriormente.

1º. Amor

Reconozco que al llegar a este punto me planteé sustituir este nombre por “empatía” o “afinidad”. Pero creo que a las cosas hay que llamarlas por su nombre. El amor tiene muchas formas de manifestarse y por eso entre un anunciante y una agencia también puede haber amor. Como pude leer en una placa que encontré dentro de El Capricho de Gaudí, en Comillas, “para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor, segundo, la técnica».

Más allá del interés comercial, entre un anunciante y una agencia debe existir un vínculo emocional. Debe haber una relación personal. Yo puedo decir orgulloso que me considero amigo de muchos de mis clientes. Con algunos llevamos trabajando juntos más de quince años. Incluso algunos de mis mejores amigos empezaron siendo clientes. Trabajando en una agencia como Materiagris, especializada en ONGs y empresas con impacto social, me resulta imposible pensar en hacer negocios. Sencillamente no puedo. Me enfoco en cómo puedo ayudar a mis clientes. Y eso nos da de sobra para pagar nuestras facturas.

2º. Lealtad

Tu agencia debe preocuparse por ti, debe velar por tus intereses. Y eso tiene que notarse. Si tú no percibes su presencia, dejarás de confiar en las personas con las que tratas y te sentirás utilizada o utilizado. La lealtad permite caminar juntos con seguridad, explorar nuevas vías, compartir los retos y las dificultades. Y también nos permite reconocer con sinceridad nuestras carencias y afrontar juntos los nuevos desafíos con la máxima ilusión.

3º. Respeto

El respeto implica prever lo que significamos para el otro. Por ejemplo, un anunciante debe ser consciente de lo que supone para la agencia el retraso en el cobro de una factura. O una agencia debe saber las consecuencias que acarrea para su cliente el incumplimiento de una fecha de entrega. Respetar significa pensar en el bien común.

4º. Confianza

La confianza se gana con cada pequeño detalle, con cada palabra, con cada actuación. ¿Cómo vas a confiar en una agencia que no te coge nunca el teléfono? ¿O que no hace caso a tus peticiones? Confiar en el otro significa escuchar y ser escuchado. La confianza permite relajarse y esperar a que los resultados lleguen.

5º. Compromiso

La relación con tu agencia debe tener un marco claro y concreto, donde se especifiquen los servicios contratados, el importe, la forma de pago o la fecha de cancelación. Un marco legal permite caminar juntos con tranquilidad. Sin crearse falsas expectativas ni asumir responsabilidades que no corresponden.

Si estás buscando una agencia de publicidad con la que empezar una nueva historia de amor, nos encantaría escucharte. Ponte en contacto con nosotros en info@materiagris.es o llámanos al 91 445 76 64.