¿Una Escuela de Negocios para líderes íntegros?

Parece que la palabra “negocio” e “integridad” no casan muy bien. Al menos, es lo que da que pensar la lluvia constante de abusos y casos de corrupción en los que se ven implicadas con frecuencia numerosas empresas de todo el mundo. En muchas ocasiones la figura del directivo se asocia con una persona egoísta y desalmada, que se desenvuelve con un estilo de gestión donde el fin siempre justifica los medios, donde nada importan el impacto social ni el medioambiental de las actividades de su compañía, y donde todo vale con tal de maximizar los beneficios.

En este escenario, es evidente que las escuelas de negocios han jugado un papel destacado a la hora de ayudar a los directivos a desarrollar habilidades que encajasen en esta filosofía tan deshumanizada y depredadora.

Por eso sorprende e ilusiona la irrupción en escena de una nueva escuela de negocios que no comparte esa forma de actuar y que pretende cambiar las reglas de juego. Esa escuela se llama CMI Business School, siglas que significan Conscious Management Institute, y según puede leerse en su web se define como “un instituto que nace para contribuir a la paz y armonía de las organizaciones con la sociedad y la naturaleza impartiendo programas de formación de excelencia en su escuela de negocios”.

La joya de la corona de esta nueva escuela de negocios es su programa MBA Responsable, un máster que llama la atención porque se centra en desarrollar los talentos y habilidades para que los directivos ejerzan una dirección consciente de su empresa u organización. Este MBA Responsable está dirigido tanto a directivos como a gestores de empresas, ONGs, administraciones públicas, emprendedores o estudiantes que quieran evolucionar en la administración responsable de empresas y organizaciones.

Sin duda invita a la esperanza asistir al nacimiento de una escuela de negocios que “no parece una escuela de negocios” y que se enfoca en la Responsabilidad Social Corporativa como el motor que mueve y sustenta todas las operaciones de la compañía.

La aparición de esta secuela de negocios parece responder a la creciente demanda de programas académicos que no sólo se centren en los aspectos económicos de las empresas, sino que también analicen sus aspectos sociales y medioambientales. Esta demanda se debe, por un lado al mayor grado de responsabilidad que presentan las últimas generaciones de estudiantes, más preocupados por el medio ambiente y la sostenibilidad. Esta nueva oleada de futuros directivos no conciben la prosperidad económica si no existen unos valores que guíen y legitimen las actividades de las empresas. Estos estudiantes prefieren programas formativos más completos, que cubran sus necesidades existenciales y que les permitan crecer tanto a nivel profesional como personal. Ese proceso les ayudará a convertirse en líderes íntegros y serán valorados por sus colaboradores y su entorno como un modelo a seguir.

CMI Business School parece querer abanderar el nacimiento de una nueva era en los MBA y ojalá esté llamada a ser una institución de referencia para todos los directivos que quieren realmente provocar cambios positivos en las comunidades donde operan sus empresas.